domingo, 16 de agosto de 2009

El camino no es siempre recto

Acabo de terminarme el primer libro de Millennium. La verdad es que no me ha sorprendido tanto como esperaba pero sin embargo me lo he leído en apenas 6 días. Supongo que enganchar, engancha.

Al final del libro sucede una cosa que me ha llevado a una reflexión. La cosa que se sucede es que uno de los protagonistas se implica muchísimo en el trabajo que le encargan, trabajo que realmente no le interesa demasiado, y finalmente, gracias a su implicación consigue solucionar un problema que realmente le importa.

Esto dicho así, un poco enrevesado para evitar dar detalles sobre el libro a alguien que no lo haya leído, solo pretende ilustrar lo que yo creo que es la base de cualquier actividad profesional exitosa: hay que desarrollar el trabajo con pasión y sin pretensiones, y de este modo se consiguen los mejores resultados.

Intento transmitir esto a la gente joven que trabaja conmigo pero no lo consigo. La verdad es cuando estas empezando tu carrera los procesos te parecen lentos y costos. 2 años son un mundo, y 5 una carrera profesional consolidada. Cuando llevas 10 años trabajando te das cuenta que el tiempo es tan relativo. 5 años, apenas si es el tiempo necesario para empezar a identificar por donde sopla el viento.

El otro día me comentaba Carmen, mi compañera de fatigas de lobbying sociedad civil, como le había marcado una referencia que le hice a principios de año sobre la falsa seguridad que buscan los trabajadores españoles a través de los contratos fijos. Contratos que no te aseguran que no te vayan a echar, y sino que se lo digan a mis 6 excompañeros de Weber Shandwick Madrid que se han encontrado de patitas en la calle en estos últimos 5 meses.

No hay que aferrarse al puesto hay que encontrar el trabajo que nos gusta, nos convence y nos satisface, sin miedo, y por lo general, desarrollándolo con pasión, convicción y alegría, el resto, viene solo.

Desde Villar de Cañas, para todos usted, Lucila Rodriguez-Alarcón.

domingo, 9 de agosto de 2009

La crisis de los 80

Ayer dándole vueltas a mi última entrada intente recordar como me encontraba yo a principios de los 80. Un poco difícil recordar cosas de una edad que ni siquiera tenía dos cifras. De repente pasaron un anuncio de la pelicula “Gigante”, que por lo visto iban a echar en la Uno por la noche. James Dean, Rock Hudson,… ¡Rock Hudson!

Corrí al ordenador y puse en el Google Chrome, que ha cambiado mi vida a mejor, “Aids”. Obviamente caí en la Wikipedia en la que pude leer que el primer diagnostico de sida se hizo en USA en 1981. Luego puse Rock Hudson –entre nosotros, la verdad es que primero puse Rod Houdson y bueno, luego Houdson actor, Hudson actor hasta que llegue al nombre adecuado… si, lo sé, que paquete. ¡Rock Hudson murió en 1985!

Seguramente los que seáis de mi quinta – que no pienso decir cual es- ya habréis llegado a la misma conclusión que yo.

No sé en que año, supongo que en 1985, “informe Semanal” programaba un especial sobre el SIDA. Esa enfermedad nueva que estaba expandiéndose como la peste y que mataba duramente a los que la contraían. Fue el primero de los reportajes del SIDA que jamás ví. Me lo tragué enterito. Creo que Rock Hudson acaba de morir, por eso deduzco que debió ser en 1985. Ya llevábamos un tiempo con la información rondando nuestros medios de comunicación pero esa sensación catastrófica, casi apocalíptica, de que el final de nuestra sociedad tal y como la habíamos concebido estaba acerca, esa sensación, era nueva. Recuerdo mi sensación de ahogo y desesperación al acabar el reportaje. Tan intensa fue la huella que me dejó, que aun recuerdo perfectamente la sensación.

En efecto, creo que la crisis de los 80 no vino causada por una guerra o por un problema financiero. La crisis de los 80 fue la aparición de SIDA. Si alguien tiene otra opinión por favor que me la transmita.

viernes, 7 de agosto de 2009

Mi visión del mundo y The Watchmen

Llevo unos días pensando en que escribir, queriendo escribir, pero sin encontrar nada que me parezca merezca al pena de ser reseñado.

Últimamente no compro el periódico, principalmente porque viajo en coche porque, con Madrid vacío, me resulta mucho más rápido que el tren…como veis tirando por la borda mis convicciones sobres las bondades de este transporte público a la primera de cambio.

Supongo que al no coger el tren tampoco tengo esos “coup de coeur” típicos que tanto me inspiran.

Tampoco veo mucho la tele, ya que mi Santo y yo nos hemos reenganchado a la 6 temporada de 24hours, y sanamente, nos vemos nuestro capítulo diario mientras cenamos.

Pero hoy he tenido una conversación interesante con mi amiga y colaboradora Paloma Cabeza. Hemos estado hablando de lo de cambiar el mundo, de si la crisis ha sido determinante o no para acelerar los cambios (de sistema, de enfoque, de lo que sea vamos…). Me he visto explicándole a Paloma algo que no quiero oír, que no he querido aceptar, y que espero sea erróneo; la crisis que estamos viviendo no es peor que la se vivió en los 70, en los 80 y el los 90. Concretamente sobre la de los 80, crisis no tipificada y que no está en las guías, tengo constancia gracias a mi pasión por los comics: en 1985 DC publicó dos obras maestras del Comic: The Watchmen y Crisis on Infinite Earths. Coinciden ambas en la visión tan fatalista y tremenda. No puede ser casualidad que dos bombas literarias de esta magnitud coincidan en el tiempo.

Dicho esto dicho todo. La crisis no ha cambiado nada, no cambiará nada. Bueno me ha cambiado a mí, pero ¿cuantos hay como yo? ¿Los suficientes para cambiar el mundo?

El otro me sorprendí pensando que Ozimandias tenía razón en The Watchmen, que la solución de este mundo pasa por hacer desaparecer al 50% de la población… “más es menos” “small is beautiful” y etc. ¡Que miedo pensar así!

Espero que todas estas tenebrosas reflexiones se deban al verano madrileño y que, cuando esta época pase, alguien venga a iluminar mi esperanza de nuevo. Mientras tanto me dedicaré a formar parte del ciudadano medio y disfrutare de la tonta placidez de un best-seller. Si, lo habéis adivinado, Millenium está en mi poder y espero que me dé la paz.

Os dejo con el último single de Oasis cuyo video está viendo Kay Thwe con el ceño fruncido… creo que debe estar pensando “Están locos estos europeos”


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