viernes, 30 de octubre de 2009

Mens y corpore

¿Como es posible que tenga tantas ganas y tan pocas fuerzas? Me viene a la cabeza una frase que tenía un personaje que interpreté cuando hacía teatro - si amigos, hice teatro y era buena, cuando todavía no sabía lo que era la fama y lo mala que es y soñaba con ser vedette. Pero volviendo a lo que decía después de este inciso autobiográfico, la frase: “que desidia Mauricio, que desidia”. Pues así estoy yo, con desidia.

Y para luchar contra ella me dedico a desarrollar todo tipo de actividades físicas, como ir caminando de un sitio a otro cuando puedo ir en metro o ir dando grandes rodeos para caminar más. La desidia casi desaparece la verdad, pero acabo agotada y no me quedan ganas para desarrollar actividades intelectuales, como por ejemplo escribir en mi tan amado blog.

“Mens sana in Corpore sano"… pues yo no sé como hacerlo. O lo uno o lo otro. O quizás estoy interpretando mal el dicho y lo que realmente significa es que si le das caña al cuerpo, y piensas menos, la mente se queda sanísima… va a ser eso.

Y esta entrada que pensaba dedicar a la comunicación política se ha quedado en un breve llanto autocompasivo… pero así es la vida humana ¿no? Y sino que se lo digan a nuestros políticos.

viernes, 23 de octubre de 2009

Libido con magdalenas

Acumulo artículos recortados de lo que os quiero hablar a la par que acumulo retrasos imperdonables en el mantenimiento de mi blog personal.

Aprovechando la llegada del finde y una ligera bajada temporal en mi actividad profesional, voy a ver si logro recuperar el tiempo perdido y me como todo el paquete de magdalenas de una sola sentada (acabaré por aborrecer el sabor y con ganas de vomitar… y es que así somos los de la Generación X, unos ansiosos compulsivos).

Prioridad me parece hablar del colosal artículo de opinión del también colosal esta vez Mario Vargas Llosas. Los desafueros de la libido, es un hilarante análisis de cuan extraña es nuestra forma de juzgar el bien y el mal, sobre todo si se trata de personajes públicos a los que tendemos a personalizar como si les conociéramos, porque de lo públicos que son se convierten en cercanos. En este saco caen tres figuras entre las que se encuentra Polanski, líder de una serie de debates familiares que hemos protagonizado en mi humilde hogar desde que sorprendentemente le detuvieran hace ya algunas semanas. Como no yo defendí lo indefendible, y sintiendo a Polanski tan cercano, un hombre destrozado por la muerte de su primera esposa y su nonato hijo, un luchador, un creador, llegue a asegurar que la chica de 16 años seguro que buscaba lo que encontró y que lo más probable es que fuera a sacar tajada de la situación. Como ya dijera Manolo Benitez de Michael Jackson , por ser famosos, la gente se aprovecha de ellos.

Sin embargo, mi postura de debate se cae por su propio peso porque una niña de 16 años, es una niña y un tío de mas de 30, famoso y fuerte, no debería encontrarse en ningún momento en una situación comprometida de este tipo… y eso da que pensar, verdad. Y después de confesar mi crimen, os anuncio que he renunciado a tan burdo enfoque y adscribo las palabras, véase todas las palabras, del maravilloso “Los desafueros de la libido”, que os recomiendo una vez mas.

Es difícil ser justo, de hecho hay quien sostiene que la justicia no existe. Sin embargo, la infancia es lo más indefenso que hay, incluyendo por supuesto esa transición que llamamos adolescencia, donde el niño tiene cuerpo de adulto. Y aquellos que no respeten la infancia, vengan de donde vengan y tengan los problemas que tengan, no merecen ni un ápice de compasión, de la cual sin duda ellos carecen para con el niño.

No nos olvidemos de donde esta el principio y donde esta el final aunque nos invadan los fuegos fatuos de la prensa rosa y la comunicación de influencia.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Bienvenido Mr Marshall 2009


El lunes publica mi admirado Nacho Torreblanca una maravillosa columna sobre como en Europa se nos hace el culo Pepsicola (uso esta expresión que pronto caerá en completo desuso para quede constancia de ella para la posteridad porque me parece maravillosa, y se la dedico a Paloma RA que sé que la valorará), decía entonces, que en Europa se nos hace el culo Pepsicola por los States, por intimar con sus presidentes y en definitiva por acercarnos un rato a ese gran centro del poder mundial. Esto es lo que Nacho denomina “fetichismo transatlántico” expresión que es de lo más apropiado que he leído jamás.

Dicho esto, dicho todo. Ayer estuvo ZP en la Casa Blanca disfrutando de la compañía del que es mi nuevo ídolo político Mr Obama. ¿De que hablaron? La verdad es que no me importa. Por muy loables que sean los esfuerzos de nuestro presidente, como señala Nacho en su artículo y recordando que yo creo en la suma de muchas pequeñas partes, los intereses del señor Zapatero ya no me inspiran confianza y apenas simpatía, y a esto hay que añadir que los esfuerzos titánicos de su gabinete de prensa y consultores de comunicación en endiosar y equiparar a Zapatero con Obama me resultan odiosos y me provocan vergüenza ajena.

Ayer yo estuve comiendo con Carles Campuzano, diputado de CiU al que admiro y al que agradezco que me devuelva la fe en la clase política española. Él también es fan de “yes we can”. “Obama es ya grande por lo que dice” aunque todavía no haya hecho nada. Y yo comparto completamente ese enfoque. Obama es lo más importante que ha pasado en este mundo últimamente principalmente por lo que es capaz de transmitir, por la esperanza que es capaz de infundir, y por el valor que tiene a la hora de enfrentarse con el cambio. De hecho por eso ganó las elecciones, porque no tiene miedo a lo nuevo y desconocido lo que le permitió por ejemplo hacer uso de la WEB 2.0 para su campaña, cosa que nadie había hecho antes, ni ha conseguido después.

Y esta apología de Obama es para señalar como se debería haber diferenciado el enfoque de nuestro Gobierno con relación al encuentro con el mandatario americano. Más que hacer un bienvenido Mr Marshall que es lo que han hecho, tendrían que haber intentado estar a la altura de reto, tratando el tema con sobriedad y no perdiendo la cabeza por explotar el potencial rédito político que puede significar visitar al presidente de USA.

Os dejo con Forges, otro de mis ídolos…hoy me toca el día de la exaltación de la idolatría… que le vamos a hacer, la carne es débil, sighhhh.


domingo, 4 de octubre de 2009

La juventud y el Facebook

Me voy a repetir como el ajo, como el abuelillo cebolleta en el que sin duda me estoy convirtiendo, y voy a dedicar esta entrada al tema recurrente de estos últimos tiempo: la juventud y …el Facebook.

Hoy publica El País un artículo de opinión sobre el tema. En él la autora evoca los peligros de pérdida de intimidad que representan las redes sociales, y explica como los reality shows han llegado a nuestros hogares a través de la red.

Desde mi modesta opinión, de nuevo los que fuimos jóvenes, nos olvidamos de lo que fuimos y como lo fuimos, quizás porque necesitamos olvidar nuestra adolescencia para poder seguir sintiéndonos jóvenes. Yo recuerdo una adolescencia llena de actividades sentimentalmente impúdicas. Recuerdo que toda la información de mi vida privada pertenecía a un colectivo que yo denominaba mi grupo de amigos, al igual que su vida y pensamientos me pertenecían a mí. Descubríamos todos juntos y revueltos. “A fulanito le gusta menganita”, “ y a ella?” “ella se enrollo el otro día con zutanito”... El mayor secreto depositado en tu mejor amig@ duraba a penas 3 minutos. La adolescencia fue para mi una transición desde la individualidad protegida del la infancia hacia la vida social equilibrada (eso pretendo) de la edad adulta.

Guardo de toda mi adolescencia (pre a post), de los 13 a los 25 años, una enorme cantidad de cartas de cuando que me escribía con gente de la que hace ya muchísimos años que no se nada. Yo tengo las suyas, las que me mandaron, y ell@s quizás tengan guardadas las mías, donde exhibí todo mi ser, todas mis interioridades, tan peculiares y personales, mis miedos, mis descubrimientos (parte de los cuales realicé a través de mis terapias epistolares). Yo no necesité Facebook para exponerme al mundo exterior, con un papel y un boli que después se convirtió en un ordenador con impresora me fue suficiente.

Quizás es por ello que cuando leo que el triunfo de Facebook se debe a la generalización social de los Reality Shows me hace mucha gracia y pienso que de nuevo los que fuéramos jóvenes nos sentimos agredidos por los que ahora son jóvenes porque hacen cosas que no entendemos a través de medios que no dominamos y como suele pasar, eso nos asusta…no sé si les suena…el otro día leyendo Mafalda había una viñeta del padre que trataba precisamente de este tema.

El Facebook no deja de ser lo que nosotros permitamos que sea ya que elegimos los contenidos que volcamos en él y ya, después de la nueva actualización, también elegimos con quien los compartimos. Tiene sin duda una parte un poco impúdica pero al mismo tiempo es completamente anodina puesto que cuando uno es usuario regular de Facebook se da cuenta de que solo nos interesa lo que nos interesa y nada más. Como en cualquier día a día convencional en el que estamos rodeados de historias, de conversaciones de personas que no conocemos y que oímos pero no escuchamos. El Facebook es igual, vemos muchas cosas pero solo leemos las que nos interesan, porque nos interesa la persona o el colectivo que publica la información.

La vida de barrio en ciudad si que era como un reality show, donde la realidad de una familia transcendía a través de las finas paredes casi de papel, o del patio interior, o de la calle, el parque, el mercado, el cotilleo y el correveidile. O en un pueblo pequeño donde a penas hace falta una hora para que todos los habitantes sepan la última hora de lo más privado de cualquiera de ellos.

El Facebook es diferente. El Facebook es una herramienta de sociabilización que nos permite elegir como queremos ser a través de la escritura, de la música, de los videos. Pero ELEGIR es la palabra clave, esa parte de decisión del diferido y manipulado, de la historia que escribimos nosotros como queremos, eso no es un big brother, no lo es.

No quiero con esto hacer apología del Facebook, sino más bien defender los derechos y la cuerda madurez inconsciente de la juventud. Los jóvenes no son borreguillos a los que les cae encima un Facebook y por eso cambian sus hábitos y su patrones de comportamiento. Los jóvenes son mucho más, como lo han sido siempre y esperemos siempre sigan siendo.

Os dejo que hoy Lorenzo tiene la pole y toca carrera importantísima, con clara de cerveza, jamón, paté, Santo y Elías… que tiene ya un pie en la cuna.