miércoles, 4 de octubre de 2017

Los buenos nunca ganan


Acabo de colgar de 23 minutos de conversación con el padre de mis hijos y estoy destrozada. Hemos hablado de la situación en Cataluña. Me ha dicho verdaderas barbaridades que no voy a repetir aquí porque es el padre mis hijos a los que tanto quiero. También le quiero a él, muchísimo. Pero hemos discutido sin retorno. "El ejercito tendría que estar ya en Cataluña", me ha dicho. El padre de mis hijos defiende el uso de la violencia para solucionar el conflicto catalán. No se da cuenta de que violencia genera violencia.

Twitter es malo. Genera un micromundo de personas que piensan como tú. Entras en Twitter y todo cuadra, todo tiene sentido. Pero la realidad no es esa. España se está rompiendo de verdad, como mi familia se acaba de romper ahora en 23 minutos.

El padre mis hijos escucha a Herrera en la COPE. Herrera le ha contado que los catalanes son malos. Que los niños de los catalanes son malos. Que los mossos son malos. Que hay que acabar con todos ellos. Los catalanes no quieren dialogar.

Se nos ha olvidado lo único que no tiene solución es la muerte. La muerte de los seres queridos es lo peor. Y después ver sufrir a tus seres queridos. Todo menos eso. Rafa, portero de mi oficina me decía esta mañana con lágrimas en los ojos que se había pasado toda la vida trabajando para que sus hijos tuvieran oportunidades y que ahora dos inútiles se lo iban a cargar todo.

¿Cuando ha servido la fuerza para crear algo? ¿Cómo es posible que la fuerza entre en la ecuación de la resolución del conflicto? Digo esto y me recuerda a mis palabras sobre las migraciones...nos hemos cargado los derechos de todos durante los últimos años, pensando que solo nos cargábamos los derechos de otros, pero, ay, eso no existe, los derechos o son de todos o no son de ninguno. Toda la gente que jalea el uso de la fuerza no se da cuenta de que mañana pueden ser ellos lo que estén en desacuerdo con el gobierno, y entonces, serán ellos los que encuentren la porra.

Me viene a la cabeza Viktor Orban, nuevo líder del mundo desarrollado, con el que Rajoy tiene una buena relación. Me lo imagino diciendo a Mariano que aplique la mano dura. Y me estoy imagino a Puigdemont, pensando, como hacen todos los dictadores, que el es el salvador del mundo libre. Estoy leyendo "Bajo el signo de la esvástica" de Chaves Nogales, relatos del periodista desde la Alemania nazi en el 33, y de verdad ambos bandos se ven perfectamente reflejados.

No sé muy bien como seguir. Estoy bloqueada. Estoy muy triste. Estoy muy asustada. Como decía Rafa esta mañana, "los buenos nunca ganan"...espero que esta vez si, espero que esta vez ganemos, porque si perdemos va a ser un drama.


1 comentario:

Merche dijo...

Lula, supongo que ellos piensas que pueden ganar y es terrible porque tienen la fuerza. Cuando estoy así escucho a Lenon, no somos las únicas.